Para aprender, lo mejor, practicar
Como reza nuestro encabezado, no hay mejor manera de aprender, que trabajando.
Y eso fue lo que hicimos con nuestros alumnos de fotografía, propusimos una clase de agencia, es decir, buscamos colaboración con varias familias para que actuaran de maniquís y fueran rotando por los distintos kits de fotografía.
A partir de ese momento, los alumnos, pasaban a ser dueños de su agencia y tenían que tratar directamente con un cliente, saber vender su producto y lógicamente presentarles un trabajo acorde con las espectativas del cliente.
Desde aquí, agradecer a nuestros figurantes su implicación y sonrisas.