¿Qué es un Bit en fotografía digital?

Cuando hablamos de un bit en la fotografía digital nos referimos a la profundidad de color que tiene un determinado archivo y que se utiliza como unidad de medida de
- La calidad.
- Su capacidad para poder ser editado en el futuro.
- La información que puede llegar a albergar.
Podemos hablar de diferentes formatos de bits (8,16, 32…)
Concepto de Bit en Fotografía Digital
Definir el concepto de “profundidad de color” no es sencillo.
Para que lo puedas entender, podemos elegir un ejemplo con una pintura: podemos entenderlo como la paleta de colores que un pintor tiene a su disposición. Cuanta mayor variedad de tonalidad de colores, más específicos podrán ser los resultados.
De esta manera, a la hora de definir un color en cuestión, podemos conseguir mayor precisión, podremos “jugar” con una mayor gama de colores para lograr diferentes niveles de luminosidad, de contrastes…
Así, el pintor tendría más capacidad de reacción para ajustar o editar una imagen si así lo quisiera.
Conclusión
Pues básicamente con esta analogía se puede definir el efecto de los bits en fotografía digital: llegamos a la conclusión de que aquellas imágenes que tienen mayor cantidad de bits son las mejores, tanto a la hora de trabajar con ellas, como a la hora de presentar una calidad mucho más elevada.
Las cámaras actuales y el tratamiento de imágenes/fotografía digital
Las cámaras que encontramos en este momento en el mercado nos permiten trabajar con un rango de entre los 12-14 bits (en el formato conocido como raw) como dato de profundidad de color. Sin embargo, lo que nos llama la atención es que los programas de edición gráfica normalmente trabajan con valores de 8, 16 o 32 bits.
Para poder encontrar una respuesta a la equivalencia de bits, descubrimos que algunas herramientas como Photoshop realmente no trabajan con unidades intermedias: en el momento en el que la cámara genera un determinado archivo con una cierta calidad de color, es el propio dispositivo el que se encarga de editarlo para falsear la información que queda y conseguir que llegue a la medida que afecta el programa.
De esta manera, el software podrá abrir la imagen como si realmente se tratase de una que tuviera una profundidad de 16 bits, cuando esto no es cierto.
Ahora ya sabes por qué son tan importantes los bits en la fotografía digital, y en el diseño gráfico en general.